Guatemala es uno de los países con mayores índices de pobreza y desigualdad, según lo evidencia el Informe de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe, documento elaborado por el PNUD y publicado en el año 2016, lejos de lo trillado del discurso, hay una realidad latente. Estos datos son un fiel indicador del aumento de las diferentes vulnerabilidades, haciendo hincapié en aspectos como una acelerada transformación de las poblaciones de rurales a urbanas, generando megalópolis en espacios cada vez más limitados, por consiguiente una alta presión sobre el recurso suelo. Las políticas de Estado enfocadas al aumento de los niveles de desarrollo humano son casi inexistentes, las que en muchos casos sucumben al clientelismo político, acciones con impactos marginales y redundando en altos niveles de corrupción…
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