No es normal que ni siquiera nos percatemos que los cuerpos de agua en el país están deteriorándose. No es normal que el paisaje nacional, en vez de ser con lagos o ríos cristalinos, sean desagües de aguas residuales. No es normal que con cada lluvia, se espere la estadística de muertes causadas por desastres relacionados con el agua. No es normal que en condiciones postdesatre reincidamos en proponer las mismas soluciones que en el pasado han sido temporales o poco funcionales. ¿O si es normal?
El panorama de Guatemala debido a los desastres causados por el agua, en vez de ser oscuro, se puede mejorar utilizando el esquema propuesto en este estudio para trabajar utilizando el talento y la capacidad nacional, la diversidad cultural y étnica, reglamentos transparentes, el reparto equitativo y pertinente de poder, estructuración de alianzas estratégicas, entre otros.
Cambiar de paradigmas no es normal, pero en este caso es necesario. La empatía ya no es suficiente. Resiliencia en lugar desastres. Propuestas en lugar de quejas. Actuar en vez de pretender.
Ing. Qca. Mónica Pamela Mejía Doradea
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